

El grito del corazón (7)
Después de su funeral tuve un sueño relacionado con Albacete: que él había salido de su tumba, me llamaba, me estaba invitando a recordar una lección que él me había enseñado en clase veinte años atrás.
Fue tres semanas antes de mi boda y Albacete estaba enseñando sobre una breve historia de Nathaniel Hawthorne llamada "La mancha de nacimiento".
Es acerca de un esposo perfeccionista que no podía amar a su esposa por lo que él consideraba una horrible mancha de nacimiento en su cara, pero ella siempre consideraba esta mancha como una marca preciosa.
Recuerdo a Albacete diciendo a la clase: “Este hombre no sabía amar a su esposa”. Sentí como una flecha que atravesó mi corazón, porque yo era ese hombre.
Yo estaba tratando a la que iba a ser mi esposa de manera similar.
En un momento ví el perfeccionismo tóxico en mi corazón y tuve la oportunidad de revisar eso antes de casarme, pero no lo hice por miedo.
Ahora, muchos años después, con Albacete en su tumba y conmigo muchos pasos después
de mi propia jornada personal, volví atrás y recordé la historia de la marca de nacimiento.
Esta vez dejé expuesta la oscuridad de mi alma por haber causado durante muchos años tanto dolor a mi esposa y confíe esta oscuridad a mi esposa en su amor real hacia mí.
Saqué esto a la luz, dejé que ella me amara en mi desnudez y me mostró una amorosa y tierna misericordia.
Algunas veces vuelvo a esa experiencia de mi corazón derrumbado en aquella clase con Albacete y me pregunto qué
hubiera sido de mí hoy si me hubiera dejado arrastrar por el miedo.
Estaría todavía aplastando ese grito de mi corazón y escondiéndome detrás de

Magazín Digital



