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El grito del corazón (1)

El centro de nuestra humanidad es el grito del corazón por  un anhelo de infinito.  El miedo retiene ese grito en el presente, mientras que la esperanza lo libera.


He estado contando mi historia personal a mis audiencias desde los años noventa, pero no como ahora, debido al miedo. Era noviembre de 1996, Wendy y yo estábamos celebrando nuestro primer aniversario de matrimonio. Estábamos reunidos con los invitados. Algunos amigos preguntaron “¿cómo es que para ustedes no ha sido difícil este primer año de matrimonio?” Yo comenté: “Hay personas para las que el primer año de matrimonio es muy difícil mientras que para nosotros ha sido muy fácil”

Años más tarde, mi esposa dijo: “Así fue como yo supe que estabas bastante desorientado (sobre saber amarme)”

Todos tenemos diferentes momentos, altos y bajos en el matrimonio, pero honestamente yo pensé que los primeros 10 años de matrimonio habían sido maravillosos: tenía una gran esposa, unos chicos maravillosos, una gran carrera, había viajado por el mundo en mi cargo de ventas, tenía una excelente opción con la empresa editora más grande del mundo, mi nave iba viento en popa.

Después aprendí que estaba usando muchas máscaras en mi vida, buscando que mi matrimonio llenara el vacío de

ese grito de mi corazón por una plenitud profunda que sólo el infinito puede llenar.

 

Recuerdo la primera vez que sentí este grito profundo del corazón, esa hambre por  la vida:  tenía 8 años, estaba en mi cama, en la radio pasaban una canción de Bruce Springteen titulada “Nacido para correr”.

 

Al final de la canción él se abrió la camisa y dejó salir ese grito profundo del corazón “Wow oooohhhoooohhh wow wow”.

 

Lo que hubiera sentido Springsteen en ese momento lo hubiera querido sentir yo. Era el grito por algo infinito.

Magazín Digital

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